Winnicott fue un célebre pediatra, psiquiatra y psicoanalista inglés, que contribuyó de forma decisiva, junto a Ferenczi y otros, al progreso del psicoanálisis después de Freud. Dotado de una inmensa capacidad creativa, y siempre a partir de su experiencia clínica, Winnicott conceptualizó sobre la creatividad y las experiencias transicionales, el falso «self» en relación al verdadero, la unidad psicosomática y, especialmente, la interacción del niño con sus cuidadores adultos.
El autor nos ofrece en este libro una elaboración propia de las aportaciones teóricas de Winnicott y sus aplicaciones en la psicoterapia. Nos habla del papel que tiene el psicoanálisis (en su acepción relacional) para devolver la vida a la persona que ya no se habita a sí misma, de cómo se puede reparar el narcisismo primario dañado, para vivir las emociones y crecer con ellas, recuperando así la estima de la propia genuinidad subjetiva.