La incomunicación, la culpa, el miedo a relacionarse con los otros, el miedo a ser rechazados por el que se ama, la obsesión con la fortaleza, la incapacidad de perdonar son los temas esenciales de estas cuatro nouvelles que componen La recta intención, auténticas parábolas de la modernidad en las que, como telón de fondo, despunta una tragedia inevitable.
De esta forma, tanto Sara, la adolescente y casi mefistofélica anoréxica, como el corredor de maratón obsesionado con su carrera, la innominada mujer que contempla la decrepitud de su madre y hasta el viejo amante homosexual reconocen el infierno en lo que, hasta el segundo antes de su cumplimiento, había sido considerado la gran panacea. Desear es siempre el comienzo de la infelicidad, pero dirigirse consciente, violentamente, al infierno es una decisión sobrehumana reservada a unos pocos: los rectos.
Este libro confirma el talento narrativo del autor de La hermana de Katia, muy bien acogido por la crítica: «Les diré que ya no pido a los escritores talento ni una mirada propia, lo único que pido es que miren, que se tomen el trabajo de mirar. Es lo que casi nunca se encuentra porque casi nadie lo hace y es, sin embargo, lo que he encontrado en Andrés Barba, el escritor, la rara avis que no emborrona los contornos de las cosas: los define y hace el mundo comprensible» (Belén Gopegui).
«La recta intención es el mejor libro que cabía esperar de Andrés Barba» (El País).
«Con La recta intención, Barba acredita de nuevo que es un certero retratista de interiores humanos... La recta intención es una obra interesante porque nos encara sin tapujos con nuestros miedos más raigales» (El Periódico).
«En una literatura como la nuestra, ferozmente dominada por las distintas expresiones del realismo, resulta reconfortante encontrar a escritores que caminan por otros derroteros» (La Vanguardia).
«La recta intención nos descubre una nueva voz que nos habla desde el realismo sentimental y lírico de esos fragmentos de realidad que conforman la buena literatura» (Diario de Terrassa).