Anna Akimovna, propietaria de una fábrica en una provincia rusa, se debate en plenas fiestas de Navidad entre la añoranza de su infancia, cuando aún no le había sonreído la fortuna económica, y sus deseos de encontrar un marido que rompa su soledad. Durante dos días vivirá el contraste de dos mundos: el de sus obreros, a los que respeta pero es incapaz de comprender, y el de sus colaboradores y amigos, que repudia por su egoismo y frivolidad.
Con delicado sentido del humor, Chéjov reconstruye mediante suaves pinceladas las contradicciones de una sociedad, a finales del siglo XIX, que ansia y teme al mismo tiempo los cambios que se avecinan. Entre todos los personajes, magistralmente construídos, destacan las mujeres: la propia Anna Akimovna, su campechana tía y la bella doncella Masha, que no logra el amor del cursi lacayo Mishenka.