Roma, 1871. El cavaliere Di Fonso es convocado por el gobierno que acaba de unificar Italia para que examine un manuscrito de extraordinario valor custodiado hasta entonces por los jesuitas. Di Fonso no tarda en descubrir que el texto fue redactado a inicios del siglo XVI, una época en que Italia se encontraba desgarrada por los enfrentamientos entre potencias como España y Francia y por las intrigas de la corte papal, sometida a un español de la familia Borja coronado con el nombre de Alejandro VI. El manuscrito además es la última misiva escrita por Lucrezia Borgia, la mismísima hija del papa, a Pietro Bembo, el humanista que creó la lengua italiana, recordándole un amor vivido por ambos tiempo atrás. ¿Podrá ser utilizado aquel documento para socavar el poder de la Iglesia católica en la nueva Italia? ¿Contiene informaciones que sean susceptibles de favorecer a los nuevos detentadores del poder en la península? ¿Tiene una relevancia que vaya más allá del mero interés literario e histórico? Di Fonso se entregará a la tarea de responder a esas preguntas, y así dará con revelaciones sepultadas en el silencio durante siglos a causa del interés de Estado. La hija del papa es un retrato vigoroso, documentado y ameno de la Italia del Renacimiento en que los pontífices eran príncipes guerreros y protectores de mecenas; en que los sabios se esforzaban por conciliar a los clásicos griegos y latinos con el Nuevo Testamento; y en que los más espirituales gemían por una Reforma que purificara a la Iglesia de pecados de siglos. Se trata pues de otra novela magistral de César Vidal en la que nos acercamos al amor y a la muerte, a la ambición y a la belleza, a la amistad y al poder.